En el mundo existen muchas formas de ver el mundo. Se puede ver al ras del piso o del suelo con los pies en la tierra; o bien, si te posas sobre las asentaderas lograrás ver hasta lo que camina por el suelo. Si te decides a subir un poco, desde una azotea podrás descubrir lo lindo que se ven todos los techos rojos, blancos o azules, dependiendo del impermiabilizante que se use. Pero la mejor opción, puede ser fugarte en un cohete y ver al mundo como un todo desconocido, que redondo, pleno y grande tiene una forma perfecta donde la redondez de la vida no se complica ni te complica; te permite ser y estar ajenx a todo sin dejar de existir, eres sin ser, vives sin estar, estás sin sentir.
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